Para buscar un lugar en el mundo
Los mejores indicadores socio-económicos
de Uruguay están en Colonia, Maldonado, Montevideo y Flores. Pero
Rivera-Santana es un atractivo núcleo de 160.000 personas.
¿Desea cambiar de vida y mudarse a otro
departamento? Pues, si consigue un trabajo decente, no descarte residir
en Colonia, Flores, Maldonado o Soriano. Son zonas de Uruguay con buenos
indicadores socio-económicos.
Si prefiere algo más movido entonces quédese o
instálese en Montevideo; o múdese al área metropolitana de Maldonado; o a
la ciudad de Rivera que, junto a Santana do Livramento, su gemela
brasileña, forma un núcleo urbano de 160.000 personas. En la frontera
las sorpresas están aseguradas.
Los departamentos fronterizos con Brasil, además de
Salto, suelen tener indicadores socio-económicos inferiores al resto de
Uruguay.
Así, por ejemplo, el mayor ingreso medio mensual del
hogar está en Montevideo, seguido por Maldonado, Flores y Colonia; y el
menor en Cerro Largo, con el 54% del ingreso promedio de la capital del
país, y también en Artigas.
Más ricos en Montevideo
La tasa de desempleo suele ser un poco mayor en
Montevideo que el promedio del interior del país. Sin embargo los
departamentos con mayor índice de desempleo en 2010 eran Río Negro,
Salto, Durazno y Treinta y Tres; y los que tenían el menor índice de
desempleo eran Colonia, Rivera y Flores.
La distancia entre ricos y pobres suele ser más
amplia en Montevideo, donde los extremos son muy marcados. Pero hay
mayor porcentaje de pobres en el interior del país, en particular en los
departamentos fronterizos con Brasil.
En 2012 los hogares de Montevideo de clase alta eran
el 22,7% del total (11,8% en el interior), la clase media el 53,7%
(52,4% en el interior) y la clase baja el 23,7% (35,9% en el interior).
Estos estudios de clases sociales, realizados por el Cinve, tuvieron en
cuenta aspectos como ingreso, patrimonio y nivel de educación.
El 14,7% de los estudiantes uruguayos concurre a
centros privados de enseñanza, lo que también puede ser una definición
de clase media-alta y clase alta. Es más marcada la concurrencia a
centros privados de educación inicial, primaria y universitaria, que a
los de secundaria.
Montevideo tiene una oferta mucho más amplia y
variada de servicios educativos y de salud que el interior del país.
También suele ser la sede de las principales empresas públicas y
privadas, así sean agropecuarias. Esa ha sido una causa tradicional de
emigración de jóvenes del interior hacia la capital; esa centralización
favorece una suerte de vaciamiento o de "pasar la espumadera" para
atrapar talentos, según la expresión del presidente José Mujica.
Centralización cuestionada
El 15,6% de los uruguayos, más de medio millón de
personas, tiene educación terciaria completa o incompleta, y una amplia
mayoría de ellos reside en Montevideo. Así, por ejemplo, el 71% de los
médicos y el 68% de los dentistas están radicados en la capital, que
sólo representa el 40% de la población total del país. Pero desde
inicios del siglo XXI el auge agropecuario devuelve cada vez más
técnicos y personal calificado al interior del país. Ese proceso podría
ser favorecido también por el plan de descentralización que inició la
Universidad de la República y con la incipiente andadura de la
Universidad Tecnológica (Utec).
Laboriosidad y delito
La propensión a trabajar varía sustancialmente según
zona del país. En 2010 el mayor porcentaje de población ocupada o que
buscaba trabajo se registraba en Flores (64,8%). Le seguían Maldonado y
Montevideo (60,4%). El menor índice de población ocupada —incluidos
quienes buscaban trabajo— estaba en Treinta y Tres (50,7%) y Rocha
(51,7%). Sin embargo el mayor promedio de horas trabajadas durante la
semana en la ocupación principal lo tenían San José (44 horas) y Colonia
(42). El promedio nacional eran 39 horas de trabajo semanal.
Los mayores porcentajes de procesamientos judiciales
en relación a la población se registran en Maldonado, Rocha y
Montevideo. Algo similar ocurre con la cantidad de delitos denunciados
en relación a los habitantes del departamento.
Si bien Maldonado es un departamento de desarrollo
relativo alto, también es el principal polo de migración interna, lo que
gestó una población fluctuante amplia y heterogénea. En Flores,
mientras tanto, una rapiña es un hecho escandaloso por inusual.
En el siglo transcurrido entre 1908 y 2011 la
población de Uruguay se multiplicó por 3,15. El departamento de
Canelones fue el que más creció: sus habitantes se multiplicaron por
5,92, aunque muchos, de hecho, integran el área metropolitana de
Montevideo y su vida gira en torno a la capital. Le siguen, en orden de
crecimiento, Maldonado (multiplicó su población por 5,7, en especial en
las últimas décadas) y Montevideo (4,27). El 23,5% de la población de
Montevideo nació en otro departamento o país, pero en Maldonado y
Canelones los foráneos trepan al 41,4% y 40,3% respectivamente. (El
23,4% de la población de Canelones nació en Montevideo). La explosión
demográfica de Maldonado contribuye a explicar la depresión de las zonas
vecinas.
En el otro extremo está Lavalleja. Entre 1908 y 2011
su población aumentó menos de 15%. Ese departamento, que hasta 1927 se
llamó Minas, fue muy importante desde la era colonial española hasta las
primeras décadas del siglo XX. Pero luego ingresó en una larga
decadencia. Es también el departamento con mayor proporción de ancianos:
12% de la población tiene 70 años o más.
De Casavalle a Carrasco
Otra forma de medir calidad de vida es a través de
las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Este indicador no sólo
considera asuntos de dinero, sino también variables vinculadas a la
vivienda (calidad de los materiales, espacio por persona, privacidad,
espacio adecuado para cocinar), acceso a la enseñanza, la salud, el agua
potable, la electricidad y el saneamiento, o capacidad de subsistencia
del núcleo familiar (tomando en cuenta la instrucción formal del jefe de
hogar u otros integrantes, por ejemplo).
Según un estudio basado en los datos del censo de
2011, el 34% de los hogares uruguayos tenía al menos una NBI. Los
mejores registros se daban en Montevideo (aunque con gran disparidad
según barrio), Flores, Colonia y Florida, y los peores en Artigas,
Salto, Rivera y las zonas oeste y noreste de Montevideo.
Según esas estadísticas, en el barrio Casavalle de
Montevideo están las peores condiciones de vida de todo el país. Le
siguen, en la capital, Villa García, Manga rural, La Paloma y Tomkinson.
En el otro extremo están Carrasco y Punta Gorda.
El informe señaló que a nivel nacional 1.068.000
personas (34% del total) tiene al menos una NBI. Esto corresponde a
347.700 hogares (30,7%). Las NBI más comunes eran la falta de una
"vivienda decorosa" (hacinamiento, falta de espacio suficiente para
cocinar) o carencia de "elementos básicos de confort" (calefacción
principalmente). El 44% de los menores de 14 años que residían en
Uruguay tenían al menos una NBI.
Clima según ciudad
Las ciudades de Artigas y Bella Unión son las más
calurosas. Las zonas más frescas del país, en promedio, son Punta del
Este, Carrasco y Melilla —aunque el récord de frío lo tenga Mercedes,
con -5,3. El lugar donde suele caer más granizo es Young, en Río Negro.
Los lugares más lluviosos son Rocha (129 días al año), seguido por
Paysandú (111) y Paso de los Toros, Punta del Este, Treinta y Tres y
Artigas (107). En Mercedes sólo llueven 86 días al año. Los mayores
registros en milímetros están en Artigas y los menores en Montevideo y
Colonia.
Tacuarembó, Florida y Mercedes tienen entre 24 y 28
días al año con heladas, aunque casi no las hay en Punta del Este,
Colonia y Montevideo. Los mayores vientos promedio soplan a lo largo de
la costa atlántica y del Río de la Plata, aunque hay un núcleo ventoso
también en el centro del país, en torno a Paso de los Toros.
Sexo, edad y fecundidad
Cada poblador de Montevideo tira a la basura unos
600 kilos de residuos sólidos por año, y el aire está cada vez más
sucio. Además tiene la mayor cantidad de mujeres en relación a hombres
(100 por 87,6).
Los departamentos de Salto, Paysandú, Tacuarembó y
Soriano muestran las tasas más elevadas de fecundidad y natalidad. La
más baja, por lejos, la tiene Montevideo. En los sectores menos
pudientes la tasa de fecundidad más que duplica la que exhiben las
clases medias y altas.
La población con el menor promedio de edad está en
Artigas (28,2 años) y Salto (29) y la más envejecida reside en Colonia
(35,7), Lavalleja (35,6) y Montevideo (34,5). La mayor expectativa de
vida al nacer está en Flores (78,6 años) y la menor en Salto (75).
Si prefiere los espacios vacíos y los horizontes
largos, los departamentos con menor densidad de población son Flores,
Durazno y Treinta y Tres. Los más atestados están sobre la costa del Río
de la Plata y el océano Atlántico: Montevideo, Canelones, Colonia, San
José y Maldonado.
Grandes urbes
El centro del país se vació. El 70% de los
habitantes de Uruguay reside en los seis departamentos que tienen costas
sobre el Río de la Plata y el océano Atlántico. En 1908 esa zona, de
gran importancia ya desde la era colonial, representaba solo el 53,8%
del total. No es ninguna novedad: vivir en la costa es una tendencia
mundial. Sólo el área metropolitana de Montevideo, que incluye zonas de
San José y Canelones, reúne alrededor del 51,5% de la población del
país.
Pero surgieron rivales. El área metropolitana de
Maldonado —que va desde laguna del Sauce a José Ignacio, pasando por San
Carlos— incluye a unas 130.000 personas, que en temporada de verano
rondan el medio millón. Tras Montevideo, los principales centros urbanos
son Ciudad de la Costa (112.449 según el censo 2011) y Salto (104.028).
Siguen las ciudades de Paysandú (76.429), Las Piedras (71.268) y Rivera
(64.485).
Maldonado y Colonia
Punta del Este es la Meca de jubilados o personas de
alto poder adquisitivo, de Uruguay, Argentina y otras naciones, que
pretenden un sitio agradable para residir todo el año.
Ventajas: es un núcleo urbano de dimensiones
"humanas", de unas 85.000 personas si se incluyen la ciudad de Maldonado
y las zonas más inmediatas. El área metropolitana de Maldonado, que va
desde la Laguna del Sauce hasta José Ignacio, reúne a más de 130.000
personas. La zona recibe entre 500.000 y 600.000 turistas por año, la
enorme mayoría en enero y principios de febrero.
Es el principal balneario de Uruguay y uno de los
más exclusivos de América del Sur. Cuenta con infraestructuras de primer
nivel internacional, gran variedad de centros de enseñanza, un
aeropuerto activo y moderno y el puerto deportivo más grande del país.
En Punta del Este, que en rigor debería llamarse
Punta del Sur, porque es el extremo meridional del país, la
arquitectura, los jardines, las calles y avenidas y el entorno son de
gran belleza. Entre marzo y diciembre es apacible y abundan los
servicios. Como contrapartida, el clima en invierno puede ser duro y
particularmente ventoso, y los servicios suelen ser caros. Además, si no
le gustan los tumultos, en enero deberá huir hacia otra parte del
planeta.
Otros prefieren retirarse en la pequeña ciudad de
Piriápolis, habitada por unas 9.000 personas, que recibe entre 70.000 y
80.000 turistas al año. Destacan su rambla, su puerto y sus cerros. Es
una Punta del Este a pequeña escala y más accesible desde el punto de
vista económico.
Colonia del Sacramento, una pequeña ciudad de 26.000
habitantes, ha formado un conurbano más amplio, en el que abundan los
servicios calificados, desde restaurantes de buen nivel hasta hoteles
cinco estrellas.
Su barrio histórico de 12 hectáreas de extensión,
gestado a partir de 1680, le concede un aire viejo aunque conspicuo
imposible de hallar en otra zona del país.
Recibe entre 200.000 y 250.000 turistas por año, de
medio y alto poder adquisitivo, lo que asegura un fuerte ingreso de
dinero por servicios y le da un tinte cosmopolita. Pero, a la vez, todo
queda a cinco minutos y abundan la cortesía y la seguridad personal.
Como si fuera poco, enfrente, a algo más de una hora en barco, está
Buenos Aires, la gran ciudad. u
Fuentes principales: Instituto Nacional de
Estadística (INE), Cinve (Centro de Investigaciones Económicas), La
Enciclopedia de El País (2011), archivo del diario El País.
“Calidad de vida”
Colonia, la virtuosa
Si bien irse de Montevideo al interior es todo un
cambio, José Pedro Díaz está bastante contento con su vida en el oeste.
Periodista de larga trayectoria, que trabajó entre otros medios para El
Observador y El Espectador, desde hace cuatro años se ocupa de las
Comunicaciones de la empresa Montes del Plata. Vive en Colonia del
Sacramento y sus jornadas transcurren entre esa ciudad y Conchillas, el
pueblo vecino a la fábrica de celulosa de Montes del Plata. La principal
ventaja de Colonia, dice, es “la calidad de vida apacible”. La ciudad y
su entorno inmediato tienen unos 32.000 habitantes. Según Díaz,
conserva ese aire del interior uruguayo. La vecindad, un concepto un
tanto perdido en Montevideo, está vivo en Colonia. La zona ha tenido un
crecimiento económico importante en los últimos años y eso se nota, dice
Díaz. Entre otros indicadores favorables, Colonia es uno de los
departamentos con la distribución del ingreso más pareja. Por tanto la
capital muestra un carácter “homogéneo”: no se ven grandes
desequilibrios entre sus habitantes. Como en Montevideo, los barrios
irregulares coexisten con casas que superan el millón de dólares, pero
las diferencias en calidad de vida no son alarmantes.
Cuando José Pedro Díaz arribó a Colonia del
Sacramento, una de las cosas que más le llamó la atención fue ver a las
personas hablando por la calle por celular sin temor alguno. Ese es un
comportamiento poco aconsejable en otros lugares del país, en especial
en Montevideo. De todas formas hay delitos, aclara, como en todos lados.
Otra de los aspectos que más disfruta es que Colonia es “un crisol”,
alimentado por las diferentes culturas que se instalaron en la región.
Las comunidades de alemanes, suizos, valdenses y vascos todavía
mantienen sus raíces. José Pedro Díaz sostiene, como ejemplo, que el
festejo de los 150 años de la fundación de la Colonia Suiza fue una
fiesta sentida y actual, y no sólo una reminiscencia del pasado.
La movida de Rivera
Mixturado fronterizo
Silvana dejó Rivera y se instaló en Montevideo
cuando tenía 17 años para estudiar en la Facultad de Derecho. Si bien su
familia se quedó en el norte, una vez que terminó sus estudios y se
recibió de abogada, optó por trabajar en la capital. Pero hace tres años
su marido fue trasladado a Rivera y no dudaron en pegar la vuelta al
pago. La ciudad de Rivera -unida a la brasileña Santana do Livramento-
es una de las áreas metropolitanas más grandes de el país, sólo superada
por la de Montevideo. Si bien Silvana nunca dejó de visitar su ciudad
natal, una vez radicada otra vez en forma definitiva, empezó a notar los
grandes cambios que se registraron en los últimos años. El más
destacado es en el plano comercial. Tradicionalmente los precios
favorecieron a Santana do Livramento, cuyo comercio hervía. Pero en los
últimos años el fenómeno se invirtió. Le llamó la atención ver las
mismas cadenas de tiendas que hay en Montevideo. La avenida Sarandí -la
principal de la ciudad- cada vez tiene mas comercios, afirma. En 2012
se inauguró el Siñeriz Shopping, con el mayor free shop de Uruguay. La
frontera tiene mucho que ver con este crecimiento. Los fines de semana,
dice Silvana, arriban brasileños por paseo y compras. La ciudad se llena
tanto que es difícil encontrar un lugar donde estacionar. Hablar
portuñol es un requisito para los trabajadores. Rivera no tiene buenos
indicadores socioeconómicos, comparado con otros departamentos de
Uruguay. Pero Silvana piensa que esos registros no se corresponden mucho
con la realidad. Por ejemplo, dice que no es habitual ver gente en
situación de calle, o niños mendigando, como sí ocurre en Montevideo. Y
en general la calidad de vida es buena. Los precios son más baratos que
en Montevideo y los combustibles se venden “a precio de frontera”. Sí ha
notado que arribaron a la ciudad muchos “cuidacoches” del sur del país.
Hace tres años no existían “cuidacoches” en Rivera.
Límites del turismo
Maldonado todo el año
Maximiliano Ahlers vivió en la ciudad de Maldonado
hasta los 21 años. Pese a que la oferta de carreras universitarias
creció mucho en los últimos años, Ingeniería no era una de las opciones,
por lo que debió trasladarse hasta Montevideo para estudiar. Hoy, con
28 años, es ingeniero de sonido y vive en una especie de régimen mixto:
mitad de la semana la pasa en Montevideo y la otra mitad en su ciudad de
origen. El problema es que en Maldonado se le hace difícil vivir de su
profesión. En los últimos años, afirma, disminuyó considerablemente el
apoyo a la cultura en detrimento de la capital. Él vive de los músicos, y
a estos se les hace difícil grabar en Maldonado, dónde la oferta es
limitada y los costos elevados. De hecho, dice, la mayoría de los
músicos del departamento termina yéndose a grabar a Montevideo.
Maldonado es uno de los departamentos con mayor ingreso per capita y
menor índice de desempleo, pero para Maximiliano no es tan sencillo. Es
cierto que hay trabajo para él, pero la mayoría de las ofertas son poco
calificadas, y se vinculan principalmente al sector turismo. Si en
cambio alguien quiere especializarse o seguir una carrera profesional
fuera del turismo, las oportunidades no son muy atractivas. El turismo
es vital para el departamento, ya que emplea a decenas de miles de
personas. Pero es también un arma de doble filo, ya que fuera de
temporada las opciones disminuyen. Y ni hablar cuando el tipo de cambio
es desfavorable para los argentinos, como ocurre ahora. Maximiliano
propone buscar formas de romper con la estacionalidad, invirtiendo en
opciones para todo el año. También considera importante promover el
departamento como un conjunto. La gente que no es de Maldonado por lo
general se queda con la imagen de Punta del Este y la ciudad de
Maldonado, que están en muy buen estado. Pero eso no es todo. Por
ejemplo, Aiguá está bastante descuidada -afirma- y Piriápolis, pese a su
perfil turístico, está cada vez peor.
“Calidez y Orden”
Scotti, el trinitario
Flores, con 25.100 habitantes, es el departamento
menos poblado del país, aunque con indicadores socio-económicos
envidiables. En su libro Vamos que vamos -con perfiles biográficos de
los integrantes de la selección uruguaya de fútbol- la escritora y
periodista Ana Laura Lissardy dice sobre Andrés Scotti: “En Flores
descubrió un mundo diferente al de la capital y empezó a disfrutar de la
vida del interior. ‘Me encantó. La vida de adolescente en el interior
es mucho más sana que en Montevideo. En el interior hay mucha menos
población pero la gente se siente más acompañada. Todos se saludan,
tenés siempre con quien charlar. En Montevideo nadie te da bolilla...’.
Esa vida cotidiana que vivía de prestada y que solo le era permitido
probar los fines de semana le fue dando cala y seguridad. Tanto le llegó
todo eso que muchos lo creen oriundo de Flores y él... él no aclara,
porque le gusta que lo consideren tal. Toda esa experiencia le dio un
objetivo, y también la serenidad y el aplomo necesarios para luchar por
alcanzarlo”.
En diálogo con Qué Pasa, Andrés Scotti recuerda la
historia de cómo un típico montevideano terminó fascinado con Trinidad.
Cuando tenía 15 años estudiaba arte gráficas en los Talleres Don Bosco y
un amigo le ofreció ir a jugar a Independiente de Flores. Encajó de
entrada, y su participación en el equipo local le permitió conocer e
integrarse rápidamente. “A pesar de ser capitalino, me adoptaron desde
un principio”, dice. Siempre que viaja al interior hace una parada
obligada en Trinidad, o aprovecha algún fin de semana libre para ir a
visitar amigos. Sigue rescatando la calidad humana, “el calor de la
gente”, dice, pero también destaca el cuidado y la organización local.
Entre los lugares más bonitos, destaca la reserva animal y los parques
municipales. Asegura que no dudaría en irse a vivir a Trinidad, o a
cualquier ciudad del el interior. Eso sí, tendría que convencer a su
señora.
Publicado en El País, oct 25 2014