sábado, 25 de octubre de 2014

Tierra prometida: descentralización en el tintero

Para buscar un lugar en el mundo

Los mejores indicadores socio-económicos de Uruguay están en Colonia, Maldonado, Montevideo y Flores. Pero Rivera-Santana es un atractivo núcleo de 160.000 personas. 
 

¿Desea cambiar de vida y mudarse a otro departamento? Pues, si consigue un trabajo decente, no descarte residir en Colonia, Flores, Maldonado o Soriano. Son zonas de Uruguay con buenos indicadores socio-económicos.
Si prefiere algo más movido entonces quédese o instálese en Montevideo; o múdese al área metropolitana de Maldonado; o a la ciudad de Rivera que, junto a Santana do Livramento, su gemela brasileña, forma un núcleo urbano de 160.000 personas. En la frontera las sorpresas están aseguradas.
Los departamentos fronterizos con Brasil, además de Salto, suelen tener indicadores socio-económicos inferiores al resto de Uruguay.
Así, por ejemplo, el mayor ingreso medio mensual del hogar está en Montevideo, seguido por Maldonado, Flores y Colonia; y el menor en Cerro Largo, con el 54% del ingreso promedio de la capital del país, y también en Artigas.

Más ricos en Montevideo

La tasa de desempleo suele ser un poco mayor en Montevideo que el promedio del interior del país. Sin embargo los departamentos con mayor índice de desempleo en 2010 eran Río Negro, Salto, Durazno y Treinta y Tres; y los que tenían el menor índice de desempleo eran Colonia, Rivera y Flores.
La distancia entre ricos y pobres suele ser más amplia en Montevideo, donde los extremos son muy marcados. Pero hay mayor porcentaje de pobres en el interior del país, en particular en los departamentos fronterizos con Brasil.
En 2012 los hogares de Montevideo de clase alta eran el 22,7% del total (11,8% en el interior), la clase media el 53,7% (52,4% en el interior) y la clase baja el 23,7% (35,9% en el interior). Estos estudios de clases sociales, realizados por el Cinve, tuvieron en cuenta aspectos como ingreso, patrimonio y nivel de educación.
El 14,7% de los estudiantes uruguayos concurre a centros privados de enseñanza, lo que también puede ser una definición de clase media-alta y clase alta. Es más marcada la concurrencia a centros privados de educación inicial, primaria y universitaria, que a los de secundaria.
Montevideo tiene una oferta mucho más amplia y variada de servicios educativos y de salud que el interior del país. También suele ser la sede de las principales empresas públicas y privadas, así sean agropecuarias. Esa ha sido una causa tradicional de emigración de jóvenes del interior hacia la capital; esa centralización favorece una suerte de vaciamiento o de "pasar la espumadera" para atrapar talentos, según la expresión del presidente José Mujica.

Centralización cuestionada

El 15,6% de los uruguayos, más de medio millón de personas, tiene educación terciaria completa o incompleta, y una amplia mayoría de ellos reside en Montevideo. Así, por ejemplo, el 71% de los médicos y el 68% de los dentistas están radicados en la capital, que sólo representa el 40% de la población total del país. Pero desde inicios del siglo XXI el auge agropecuario devuelve cada vez más técnicos y personal calificado al interior del país. Ese proceso podría ser favorecido también por el plan de descentralización que inició la Universidad de la República y con la incipiente andadura de la Universidad Tecnológica (Utec).

Laboriosidad y delito

La propensión a trabajar varía sustancialmente según zona del país. En 2010 el mayor porcentaje de población ocupada o que buscaba trabajo se registraba en Flores (64,8%). Le seguían Maldonado y Montevideo (60,4%). El menor índice de población ocupada —incluidos quienes buscaban trabajo— estaba en Treinta y Tres (50,7%) y Rocha (51,7%). Sin embargo el mayor promedio de horas trabajadas durante la semana en la ocupación principal lo tenían San José (44 horas) y Colonia (42). El promedio nacional eran 39 horas de trabajo semanal.
Los mayores porcentajes de procesamientos judiciales en relación a la población se registran en Maldonado, Rocha y Montevideo. Algo similar ocurre con la cantidad de delitos denunciados en relación a los habitantes del departamento.
Si bien Maldonado es un departamento de desarrollo relativo alto, también es el principal polo de migración interna, lo que gestó una población fluctuante amplia y heterogénea. En Flores, mientras tanto, una rapiña es un hecho escandaloso por inusual.
En el siglo transcurrido entre 1908 y 2011 la población de Uruguay se multiplicó por 3,15. El departamento de Canelones fue el que más creció: sus habitantes se multiplicaron por 5,92, aunque muchos, de hecho, integran el área metropolitana de Montevideo y su vida gira en torno a la capital. Le siguen, en orden de crecimiento, Maldonado (multiplicó su población por 5,7, en especial en las últimas décadas) y Montevideo (4,27). El 23,5% de la población de Montevideo nació en otro departamento o país, pero en Maldonado y Canelones los foráneos trepan al 41,4% y 40,3% respectivamente. (El 23,4% de la población de Canelones nació en Montevideo). La explosión demográfica de Maldonado contribuye a explicar la depresión de las zonas vecinas.
En el otro extremo está Lavalleja. Entre 1908 y 2011 su población aumentó menos de 15%. Ese departamento, que hasta 1927 se llamó Minas, fue muy importante desde la era colonial española hasta las primeras décadas del siglo XX. Pero luego ingresó en una larga decadencia. Es también el departamento con mayor proporción de ancianos: 12% de la población tiene 70 años o más.

De Casavalle a Carrasco

Otra forma de medir calidad de vida es a través de las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Este indicador no sólo considera asuntos de dinero, sino también variables vinculadas a la vivienda (calidad de los materiales, espacio por persona, privacidad, espacio adecuado para cocinar), acceso a la enseñanza, la salud, el agua potable, la electricidad y el saneamiento, o capacidad de subsistencia del núcleo familiar (tomando en cuenta la instrucción formal del jefe de hogar u otros integrantes, por ejemplo).
Según un estudio basado en los datos del censo de 2011, el 34% de los hogares uruguayos tenía al menos una NBI. Los mejores registros se daban en Montevideo (aunque con gran disparidad según barrio), Flores, Colonia y Florida, y los peores en Artigas, Salto, Rivera y las zonas oeste y noreste de Montevideo.
Según esas estadísticas, en el barrio Casavalle de Montevideo están las peores condiciones de vida de todo el país. Le siguen, en la capital, Villa García, Manga rural, La Paloma y Tomkinson. En el otro extremo están Carrasco y Punta Gorda.
El informe señaló que a nivel nacional 1.068.000 personas (34% del total) tiene al menos una NBI. Esto corresponde a 347.700 hogares (30,7%). Las NBI más comunes eran la falta de una "vivienda decorosa" (hacinamiento, falta de espacio suficiente para cocinar) o carencia de "elementos básicos de confort" (calefacción principalmente). El 44% de los menores de 14 años que residían en Uruguay tenían al menos una NBI.

Clima según ciudad

Las ciudades de Artigas y Bella Unión son las más calurosas. Las zonas más frescas del país, en promedio, son Punta del Este, Carrasco y Melilla —aunque el récord de frío lo tenga Mercedes, con -5,3. El lugar donde suele caer más granizo es Young, en Río Negro. Los lugares más lluviosos son Rocha (129 días al año), seguido por Paysandú (111) y Paso de los Toros, Punta del Este, Treinta y Tres y Artigas (107). En Mercedes sólo llueven 86 días al año. Los mayores registros en milímetros están en Artigas y los menores en Montevideo y Colonia.
Tacuarembó, Florida y Mercedes tienen entre 24 y 28 días al año con heladas, aunque casi no las hay en Punta del Este, Colonia y Montevideo. Los mayores vientos promedio soplan a lo largo de la costa atlántica y del Río de la Plata, aunque hay un núcleo ventoso también en el centro del país, en torno a Paso de los Toros.

Sexo, edad y fecundidad

Cada poblador de Montevideo tira a la basura unos 600 kilos de residuos sólidos por año, y el aire está cada vez más sucio. Además tiene la mayor cantidad de mujeres en relación a hombres (100 por 87,6).
Los departamentos de Salto, Paysandú, Tacuarembó y Soriano muestran las tasas más elevadas de fecundidad y natalidad. La más baja, por lejos, la tiene Montevideo. En los sectores menos pudientes la tasa de fecundidad más que duplica la que exhiben las clases medias y altas.
La población con el menor promedio de edad está en Artigas (28,2 años) y Salto (29) y la más envejecida reside en Colonia (35,7), Lavalleja (35,6) y Montevideo (34,5). La mayor expectativa de vida al nacer está en Flores (78,6 años) y la menor en Salto (75).
Si prefiere los espacios vacíos y los horizontes largos, los departamentos con menor densidad de población son Flores, Durazno y Treinta y Tres. Los más atestados están sobre la costa del Río de la Plata y el océano Atlántico: Montevideo, Canelones, Colonia, San José y Maldonado.

Grandes urbes

El centro del país se vació. El 70% de los habitantes de Uruguay reside en los seis departamentos que tienen costas sobre el Río de la Plata y el océano Atlántico. En 1908 esa zona, de gran importancia ya desde la era colonial, representaba solo el 53,8% del total. No es ninguna novedad: vivir en la costa es una tendencia mundial. Sólo el área metropolitana de Montevideo, que incluye zonas de San José y Canelones, reúne alrededor del 51,5% de la población del país.
Pero surgieron rivales. El área metropolitana de Maldonado —que va desde laguna del Sauce a José Ignacio, pasando por San Carlos— incluye a unas 130.000 personas, que en temporada de verano rondan el medio millón. Tras Montevideo, los principales centros urbanos son Ciudad de la Costa (112.449 según el censo 2011) y Salto (104.028). Siguen las ciudades de Paysandú (76.429), Las Piedras (71.268) y Rivera (64.485).

Maldonado y Colonia

Punta del Este es la Meca de jubilados o personas de alto poder adquisitivo, de Uruguay, Argentina y otras naciones, que pretenden un sitio agradable para residir todo el año.
Ventajas: es un núcleo urbano de dimensiones "humanas", de unas 85.000 personas si se incluyen la ciudad de Maldonado y las zonas más inmediatas. El área metropolitana de Maldonado, que va desde la Laguna del Sauce hasta José Ignacio, reúne a más de 130.000 personas. La zona recibe entre 500.000 y 600.000 turistas por año, la enorme mayoría en enero y principios de febrero.
Es el principal balneario de Uruguay y uno de los más exclusivos de América del Sur. Cuenta con infraestructuras de primer nivel internacional, gran variedad de centros de enseñanza, un aeropuerto activo y moderno y el puerto deportivo más grande del país.
En Punta del Este, que en rigor debería llamarse Punta del Sur, porque es el extremo meridional del país, la arquitectura, los jardines, las calles y avenidas y el entorno son de gran belleza. Entre marzo y diciembre es apacible y abundan los servicios. Como contrapartida, el clima en invierno puede ser duro y particularmente ventoso, y los servicios suelen ser caros. Además, si no le gustan los tumultos, en enero deberá huir hacia otra parte del planeta.
Otros prefieren retirarse en la pequeña ciudad de Piriápolis, habitada por unas 9.000 personas, que recibe entre 70.000 y 80.000 turistas al año. Destacan su rambla, su puerto y sus cerros. Es una Punta del Este a pequeña escala y más accesible desde el punto de vista económico.
Colonia del Sacramento, una pequeña ciudad de 26.000 habitantes, ha formado un conurbano más amplio, en el que abundan los servicios calificados, desde restaurantes de buen nivel hasta hoteles cinco estrellas.
Su barrio histórico de 12 hectáreas de extensión, gestado a partir de 1680, le concede un aire viejo aunque conspicuo imposible de hallar en otra zona del país.
Recibe entre 200.000 y 250.000 turistas por año, de medio y alto poder adquisitivo, lo que asegura un fuerte ingreso de dinero por servicios y le da un tinte cosmopolita. Pero, a la vez, todo queda a cinco minutos y abundan la cortesía y la seguridad personal. Como si fuera poco, enfrente, a algo más de una hora en barco, está Buenos Aires, la gran ciudad. u
Fuentes principales: Instituto Nacional de Estadística (INE), Cinve (Centro de Investigaciones Económicas), La Enciclopedia de El País (2011), archivo del diario El País.

“Calidad de vida”

Colonia, la virtuosa

Si bien irse de Montevideo al interior es todo un cambio, José Pedro Díaz está bastante contento con su vida en el oeste. Periodista de larga trayectoria, que trabajó entre otros medios para El Observador y El Espectador, desde hace cuatro años se ocupa de las Comunicaciones de la empresa Montes del Plata. Vive en Colonia del Sacramento y sus jornadas transcurren entre esa ciudad y Conchillas, el pueblo vecino a la fábrica de celulosa de Montes del Plata. La principal ventaja de Colonia, dice, es “la calidad de vida apacible”. La ciudad y su entorno inmediato tienen unos 32.000 habitantes. Según Díaz, conserva ese aire del interior uruguayo. La vecindad, un concepto un tanto perdido en Montevideo, está vivo en Colonia. La zona ha tenido un crecimiento económico importante en los últimos años y eso se nota, dice Díaz. Entre otros indicadores favorables, Colonia es uno de los departamentos con la distribución del ingreso más pareja. Por tanto la capital muestra un carácter “homogéneo”: no se ven grandes desequilibrios entre sus habitantes. Como en Montevideo, los barrios irregulares coexisten con casas que superan el millón de dólares, pero las diferencias en calidad de vida no son alarmantes.
Cuando José Pedro Díaz arribó a Colonia del Sacramento, una de las cosas que más le llamó la atención fue ver a las personas hablando por la calle por celular sin temor alguno. Ese es un comportamiento poco aconsejable en otros lugares del país, en especial en Montevideo. De todas formas hay delitos, aclara, como en todos lados. Otra de los aspectos que más disfruta es que Colonia es “un crisol”, alimentado por las diferentes culturas que se instalaron en la región. Las comunidades de alemanes, suizos, valdenses y vascos todavía mantienen sus raíces. José Pedro Díaz sostiene, como ejemplo, que el festejo de los 150 años de la fundación de la Colonia Suiza fue una fiesta sentida y actual, y no sólo una reminiscencia del pasado.

La movida de Rivera

Mixturado fronterizo

Silvana dejó Rivera y se instaló en Montevideo cuando tenía 17 años para estudiar en la Facultad de Derecho. Si bien su familia se quedó en el norte, una vez que terminó sus estudios y se recibió de abogada, optó por trabajar en la capital. Pero hace tres años su marido fue trasladado a Rivera y no dudaron en pegar la vuelta al pago. La ciudad de Rivera -unida a la brasileña Santana do Livramento- es una de las áreas metropolitanas más grandes de el país, sólo superada por la de Montevideo. Si bien Silvana nunca dejó de visitar su ciudad natal, una vez radicada otra vez en forma definitiva, empezó a notar los grandes cambios que se registraron en los últimos años. El más destacado es en el plano comercial. Tradicionalmente los precios favorecieron a Santana do Livramento, cuyo comercio hervía. Pero en los últimos años el fenómeno se invirtió. Le llamó la atención ver las mismas cadenas de tiendas que hay en Montevideo. La avenida Sarandí -la principal de la ciudad- cada vez tiene mas comercios, afirma. En 2012 se inauguró el Siñeriz Shopping, con el mayor free shop de Uruguay. La frontera tiene mucho que ver con este crecimiento. Los fines de semana, dice Silvana, arriban brasileños por paseo y compras. La ciudad se llena tanto que es difícil encontrar un lugar donde estacionar. Hablar portuñol es un requisito para los trabajadores. Rivera no tiene buenos indicadores socioeconómicos, comparado con otros departamentos de Uruguay. Pero Silvana piensa que esos registros no se corresponden mucho con la realidad. Por ejemplo, dice que no es habitual ver gente en situación de calle, o niños mendigando, como sí ocurre en Montevideo. Y en general la calidad de vida es buena. Los precios son más baratos que en Montevideo y los combustibles se venden “a precio de frontera”. Sí ha notado que arribaron a la ciudad muchos “cuidacoches” del sur del país. Hace tres años no existían “cuidacoches” en Rivera.

Límites del turismo

Maldonado todo el año

Maximiliano Ahlers vivió en la ciudad de Maldonado hasta los 21 años. Pese a que la oferta de carreras universitarias creció mucho en los últimos años, Ingeniería no era una de las opciones, por lo que debió trasladarse hasta Montevideo para estudiar. Hoy, con 28 años, es ingeniero de sonido y vive en una especie de régimen mixto: mitad de la semana la pasa en Montevideo y la otra mitad en su ciudad de origen. El problema es que en Maldonado se le hace difícil vivir de su profesión. En los últimos años, afirma, disminuyó considerablemente el apoyo a la cultura en detrimento de la capital. Él vive de los músicos, y a estos se les hace difícil grabar en Maldonado, dónde la oferta es limitada y los costos elevados. De hecho, dice, la mayoría de los músicos del departamento termina yéndose a grabar a Montevideo. Maldonado es uno de los departamentos con mayor ingreso per capita y menor índice de desempleo, pero para Maximiliano no es tan sencillo. Es cierto que hay trabajo para él, pero la mayoría de las ofertas son poco calificadas, y se vinculan principalmente al sector turismo. Si en cambio alguien quiere especializarse o seguir una carrera profesional fuera del turismo, las oportunidades no son muy atractivas. El turismo es vital para el departamento, ya que emplea a decenas de miles de personas. Pero es también un arma de doble filo, ya que fuera de temporada las opciones disminuyen. Y ni hablar cuando el tipo de cambio es desfavorable para los argentinos, como ocurre ahora. Maximiliano propone buscar formas de romper con la estacionalidad, invirtiendo en opciones para todo el año. También considera importante promover el departamento como un conjunto. La gente que no es de Maldonado por lo general se queda con la imagen de Punta del Este y la ciudad de Maldonado, que están en muy buen estado. Pero eso no es todo. Por ejemplo, Aiguá está bastante descuidada -afirma- y Piriápolis, pese a su perfil turístico, está cada vez peor.

“Calidez y Orden”

Scotti, el trinitario

Flores, con 25.100 habitantes, es el departamento menos poblado del país, aunque con indicadores socio-económicos envidiables. En su libro Vamos que vamos -con perfiles biográficos de los integrantes de la selección uruguaya de fútbol- la escritora y periodista Ana Laura Lissardy dice sobre Andrés Scotti: “En Flores descubrió un mundo diferente al de la capital y empezó a disfrutar de la vida del interior. ‘Me encantó. La vida de adolescente en el interior es mucho más sana que en Montevideo. En el interior hay mucha menos población pero la gente se siente más acompañada. Todos se saludan, tenés siempre con quien charlar. En Montevideo nadie te da bolilla...’. Esa vida cotidiana que vivía de prestada y que solo le era permitido probar los fines de semana le fue dando cala y seguridad. Tanto le llegó todo eso que muchos lo creen oriundo de Flores y él... él no aclara, porque le gusta que lo consideren tal. Toda esa experiencia le dio un objetivo, y también la serenidad y el aplomo necesarios para luchar por alcanzarlo”.
En diálogo con Qué Pasa, Andrés Scotti recuerda la historia de cómo un típico montevideano terminó fascinado con Trinidad. Cuando tenía 15 años estudiaba arte gráficas en los Talleres Don Bosco y un amigo le ofreció ir a jugar a Independiente de Flores. Encajó de entrada, y su participación en el equipo local le permitió conocer e integrarse rápidamente. “A pesar de ser capitalino, me adoptaron desde un principio”, dice. Siempre que viaja al interior hace una parada obligada en Trinidad, o aprovecha algún fin de semana libre para ir a visitar amigos. Sigue rescatando la calidad humana, “el calor de la gente”, dice, pero también destaca el cuidado y la organización local. Entre los lugares más bonitos, destaca la reserva animal y los parques municipales. Asegura que no dudaría en irse a vivir a Trinidad, o a cualquier ciudad del el interior. Eso sí, tendría que convencer a su señora.

Publicado en El País, oct 25 2014
 

sábado, 2 de agosto de 2014

Paso de los Toros, base nazi

Inexplicable faro nazi en Rincón del Bonete 



Lo instalaron los nazis en 1940 seguramente con algún propósito oscuro… pero es probable que nunca sepamos cuál era.
Consideré relevante tener un corresponsal en Paso de los Toros, la ciudad natal de Dionisio Alejandro Vera (Davy), el periodista más extraordinariamente completo que conocí. Naturalmente le pedí que me indicara a alguien para el cargo.
“Simpático y eficiente parece su recomendado” le dije unos días después. “Simpático ahora”, me contestó, “pero antes  era un nazi podrido”. Salté hasta el techo, ¡¡nazi, contraté a un corresponsal nazi!!”, reaccioné. “No te preocupes botija –me dijo Davy– hasta el nazismo se cura con el rigor. El tipo es buen periodista, la está pasando mal y la mejor manera de terminar con estas cosas es condenarlas al olvido”. Concedo que soy un fiel adicto a esta manera de proceder… pero en el caso del nazismo… no sé… quizá lo mejor es no olvidar nunca.
Debo reconocer que el tipo parecía curado; lo puse a prueba dos o tres veces con noticias que involucraban a judíos y tuvo un comportamiento hasta solidario.  No es lo mismo haber sido nazi al lado de una represa que era un monumento al adelanto científico alemán, que ser nazi en las inmediaciones de Dachau. Pero, ¿qué querés que te diga? todavía me pregunto si hice lo correcto.
El faro del cual hablaremos hoy jamás orientó al piloto de ningún avión; quizás ayudó al capitán de algún barco.  Pero es injusto reprocharle eso a un faro que fue concebido para la navegación aérea, esto es, para conducir aeronaves hacia su destino o indicarles el rumbo en que estaban. Tampoco prestó nunca servicios de esa naturaleza.
 ¡Que no se te vaya a ocurrir asociar a Paso de los Toros con el nazismo! Es todo lo contrario, una primorosa ciudad con características únicas, comenzando por su gente, que es la contracara de cualquier pensamiento autoritario. Eso sí, cuando ven a uno engolosinado con lo poético, enseguida le pegan el grito: “¡Cortá con tanta dulzura!” y le recomiendan un agua tónica.
Hoy, tantos años después, todavía provoca extrañas sensaciones la lectura de un cruce de telegramas que se realizó al colocar la piedra fundamental de la Represa de Paso de los Toros:  ”Berlín, 17 de mayo de 1937. Excelentísimo señor presidente de la República Oriental del Uruguay, doctor don Gabriel Terra. Al buen éxito de la obra monumental del Río Negro, comenzada por iniciativa de su gobierno, expreso a su Excelencia mis más sinceras felicitaciones. Adolfo Hitler, Canciller del Tercer Reich”. Y esta respuesta: “Montevideo, 17 de mayo de 1937. Al Excelentísmo Sr. Adolfo Hitler. Führer Und Reichanzler. Berlín. Agradezco a V.E. su cordial felicitación con motivo de la iniciación de las obras hidroeléctricas del Río Negro. Confío en el éxito de las mismas porque serán realizadas por técnicos alemanes de gran reputación científica y tradición honorable. Nunca olvidará nuestro país todo cuanto ha hecho el gobierno de V.E. para facilitar la realización del contrato. Y tengo la seguridad de que a través de estas obras, cuyo impulso inicial celebra hoy el pueblo uruguayo, nuestros dos países han de sentirse cada día más vinculados en su firme amistad. Gabriel Terra, Presidente de la República”.
El fanal del faro tiene poco o nada que lo asocie con la Alemania nazi; salvo la lámpara original en la que se aprecia la esvástica que ornamentaba todo lo que tenía aquél origen. Probablemente no fuera su lámpara original, pues el faro había sido instalado originalmente en Pando, para guiar los vuelos nocturnos de la Compagnie Générale Aéropostale uno de cuyos pilotos era nada menos que Antoine de Saint-Exupéry. Con el tiempo, esa compañía se transformó en Air France, mientras todo el rumbo del mundo tomaba un giro felizmente muy diferente al que parecía encaminado.
¿Por qué razón ese fanal terminó en Paso de los Toros, coronando una torre de 25 metros de altura, esa sí construida por los nazis? Al parecer no quedó ninguna referencia y difícilmente sobreviva algún testigo que pueda ilustrarnos al respecto; pero muchas cosas se les pueden reprochar a los nazis, menos que se tomaran algún trabajo sin ningún propósito. ¿Hidroaviones acuatizando en el Lago de Rincón del Bonete para invadir Uruguay justo desde su corazón? Hoy parece un disparate, pero en aquellos tiempos mucha gente temía eso y hasta hubo uno, Arnulf Führmann, de quien se dice había planificado tal invasión.
En todo caso, aquella Alemania de Hitler que todavía no había revelado sus secretos siniestros, gozaba de la simpatía de Gabriel Terra, un dictador de particular estilo, con ideas repudiables y admirables al mismo tiempo. Hay quienes sostienen que en democracia hubiera sido imposible emprender una obra como esa descomunal represa, en medio de un implacable debate político.
Es algo tristísimo, pero probable. Ciertamente, había nazis en Uruguay; pero eran una patética minoría. En 1931 el alemán Julius Dalldorf fundó el Partido Nacional Socialista de Uruguay con muy pocos afiliados. Se llevan como novios con los falangistas españoles y los partidarios de Mussolini en un país de inmigrantes, donde algunos quedaban deslumbrados con los imponentes desfiles militares y con la cara de culo que teatralmente exhibían Hitler, Mussolini y Franco. La historia los trata como sus caras, pero cada tanto igual que la peste aviar, aparecen algunos confundidos. ¿No es difícil de entender esa gente que se pirra por los derrotados, con el agregado que los considera superiores a quienes los hicieron bolsa, por estúpidos y ambiciosos insaciables?
 Los sitios web que consultamos coinciden con que ese es un faro aéreo y no marítimo.  Podría ocurrir que el artículo merezca un ajuste por cuestiones de interpretación; pero consideramos con igual confiabilidad a las fuentes consultadas.
Al  hacer la revisión, nos topamos con un admirable y muy documentado artículo del viejo amigo Franklin Morales, cuya lectura recomendamos.
VERDADES NO CONOCIDAS
Una epopeya uruguaya
RINCÓN DEL BONETE
La obra empezó con el auspicio de Adolfo Hitler y tras mil obstáculos terminó siendo construida por anónimos peones rurales uruguayos.



A las tres de la mañana, sin ningún anuncio, cinco días antes de su inauguración oficial y cruzando los dedos, fue puesta en marcha la primera de nuestras represas hidroeléctricas.
A una señal convenida por radio, se desconectaron los generadores térmicos de la Central Batlle y una vasta zona de Montevideo quedó sin electricidad los seis minutos que tardó en hacerse la luz generada en Rincón del Bonete.
¿Por qué el sigilo, la incertidumbre?
Se trató de una decisión forzada, y carente de aval técnico, impuesta por el inminente colapso de la misma central Batlle que hoy nos continúa afligiendo cada vez que se enciende.
Quien accionó por primera vez la palanca en la "Casa de Comando" de Rincón del Bonete fue el legendario ingeniero Víctor Sudriers. Sus ex alumnos que en extraordinarias condiciones habían terminado de construir la represa, deseaban homenajear así a nuestro profeta de la hidrogeneración.
En 1903 Sudriers había descubierto el potencial del río Negro. Sus planteos llevaron a los primeros actos jurídicos de aprovechamiento de ríos y arroyos para navegación y regadío, pero sobre todo le desvelaba el desafío de la hidrogeneración.
Domesticar aquel caudal produciría energía mucho más barata que quemar carbón mineral y fuel oil traídos del Reino Unido y además civilizaría sus orillas, al reducir en un 90% las inundaciones que ocurrían aguas abajo y semejaban pestes bíblicas, y que hoy están olvidadas.
El indígena llamó Hum (Negro) al río que corre con un desnivel teórico de 16 centímetros cada mil metros y constantes cambios de dirección, debido a lo cual su largo de 760 kilómetros en nuestro territorio es 40% mayor a su extensión virtual, en una enorme cuenca de 68.000 kilómetros cuadrados, un tercio de la superficie de Uruguay.
La inauguración oficial de la represa se realizó cinco días después de que Sudriers la encendiera por primera vez. El acto oficial se hizo al mediodía de un día hábil, el martes 26 de diciembre de 1945 y, no obstante hallarse en la comitiva, el presidente Juan José de Amézaga se abstuvo de hablar. Lo hicieron los ministros de Obras Públicas, Tomás Berreta; de Salud Pública, Francisco Forteza, y los intendentes de Tacuarembó y Durazno.
Tres horas después hubo un tercer estreno, llevado a cabo por familiares y amigos del ex presidente Gabriel Terra, fallecido en 1942. Este grupo recordó a Terra en Paso de los Toros, en el sitio donde el 18 de mayo de 1937 se había descubierto la piedra fundamental de la nueva represa, en la esquina de la avenida 18 de Julio y Sarandí.
Telegrama de Hitler
Aquel día de 1937, cuando se colocó la piedra fundamental de Rincón del Bonete, trenes especiales transportaron gratuitamente desde cualquier parte del país a todo quien deseó estar presente. En la villa embanderada se reunieron 12.000 personas, hubo reparto de ropa de abrigo, juguetes, 4.000 paquetes con carne, fideo y arroz, sobrevolaron aviones, cayeron paracaidistas, estallaron miles de cohetes y desfilaron tropas de la Región Militar III, mientras a orillas del río se doraban a fuego lento 30 vaquillonas con cuero.
A las 14.30, el lujoso motocar Águila Blanca, símbolo del esplendor ferroviario, acercó a cuantos interesaba el acontecimiento en el mundo oficial, empresarial y diplomático. Todos excepto alguien a quien los romanos llamarían factotum, "hacelotodo".
El presidente Terra envió un discurso de una hora y media que fue difundido por una red de parlantes. Entonces no trascendió la razón de su ausencia pero después se supo que temió un atentado. Ya antes habían querido asesinarlo en 1935 en una reunión en Maroñas a la que asistió con el presidente brasileño Getulio Vargas. Entonces hacía tres años que había instalado la primera dictadura del siglo XX en Uruguay, luego de ser electo presidente en 1930, ultraje al que se agregaban acusaciones de "simpatía" hacia los regímenes de Adolfo Hitler y Benito Mussolini.
Para cierre de aquella gigantesca movilización "imperial" realizada en Paso de los Toros, típica de dictaduras y populismos, se dio lectura a dos telegramas que mezclaban graves tensiones mundiales con desgarramientos internos.
"Berlín, 17 de mayo de 937. Excelentísimo señor presidente de la República Oriental del Uruguay, doctor don Gabriel Terra. Al buen éxito de la obra monumental del Río Negro, comenzada por iniciativa de su gobierno, expreso a su Excelencia mis más sinceras felicitaciones. Adolfo Hitler, Canciller del Tercer Reich".
Y esta respuesta: "Montevideo, 17 de mayo de 1937. Al Excelentísmo Sr. Adolfo Hitler. Führer Und Reichanzler. Berlín. Agradezco a V.E. su cordial felicitación con motivo de la iniciación de las obras hidroeléctricas del Río Negro. Confío en el éxito de las mismas porque serán realizadas por técnicos alemanes de gran reputación científica y tradición honorable. Nunca olvidará nuestro país todo cuanto ha hecho el gobierno de V.E. para facilitar la realización del contrato. Y tengo la seguridad de que a través de estas obras, cuyo impulso inicial celebra hoy el pueblo uruguayo, nuestros dos países han de sentirse cada día más vinculados en su firme amistad. Gabriel Terra, Presidente de la República".
La piedra fundamental desapareció la misma noche y nunca se supo más nada.
Mil inconvenientes
Tres inauguraciones, el robo de la primera piedra y hasta posibles atentados ponían en evidencia los formidables obstáculos de todo tipo, color, forma y tamaño que debieron removerse para que naciera la primera represa hidroeléctrica uruguaya.
Por décadas hubo una batalla académica "generación térmica versus generación hidráulica" desatada por ingenieros duramente opuestos. Llamaban "aventura peligrosa desde todo punto de vista" comprometer al país en el mayor endeudamiento desde 1830, sin conocerse siquiera los registros de lluvias. El único mapa pluviométrico 1914/27 era inservible: anotaban los datos de la lluvia algún vecino, policía o empleado ferroviario sin mínima capacitación a cambio de irrisorios diez centésimos mensuales.
En lo político el batllismo no perdonaba a Terra el golpe de Estado y sus sangrientas secuelas. En los actos de campaña para la elección de 1942 que ungiría presidente a Juan José de Amézaga, se oía reclamar la demolición de la obra de Terra... la represa entonces todavía inconclusa.
Esta opresiva coyuntura nacional además se daba en un mundo que al redoble del tambor nazifascista marchaba hacia una hecatombe.
Peor escenario, no es imaginable.
Que se trató de la obra impulsada por una dictadura es tan cierto como que en mayo de 1925, a una semana de asumir como miembro del Consejo Nacional de Administración, parte colegiada del Poder Ejecutivo, Terra impuso el tema de la hidrogeneración como cuestión de Estado.
Para el anteproyecto/bosquejo, dos años más tarde el gobierno de Juan Campisteguy contrató al alemán Adolph Ludin, doctor en ingeniería y catedrático de hidráulica, autoridad internacional avalada por numerosas represas proyectadas y construidas en Europa y Asia.
Terra presidente ignoró la polémica teórica y arremetió tras el objetivo, lo que enfrentó al país a situaciones desconocidas como servidumbres y expropiaciones masivas, temas de enorme repercusión que instalaron en la opinión pública la conciencia de la construcción del complejo.
Servidumbres eran, son, permisos para trabajos transitorios en propiedad privada indispensables como cateos, "invasiones" en principio resistidas arma en mano, tanto que la primera servidumbre necesitó de un decreto con nombre y apellido el 30 de abril de 1934. "Impónese servidumbre de ocupación temporal hasta por el término de un año a contar de la fecha de la presente resolución, a los efectos de estudios geológicos del Instituto de Geología y Perforaciones, a una extensión de tres hectáreas de un campo propiedad de la señora Matilde Mondino de Carbonell, viuda de Rosendo Carbonell, ubicado en la 11a. Sección Judicial de Durazno...".
El tema de las expropiaciones requiere algunas referencias que hacían al proyecto mismo.
Ludin diseñó un embalse mínimo de 1.020 kilómetros cuadrados como reserva de agua de lo que llamó "Sistema Rincón del Bonete", la represa "tendría otras dos o tres aguas abajo" que de ser afectadas por sequías, se las abastecería abriendo las compuertas de la primera. El lago proyectado exigía cientos de expropiaciones por razones de "utilidad pública" dentro de un tiempo breve e improrrogable, 90 días para que sus ocupantes se retiraran a contar de una notificación que podía ser ficta.
La mayor parte carecía de "papeles", habitaban tierras "de nadie", heredadas o así lo creían, incluso se constataron ocupaciones de hecho de dos generaciones. Una persona llevó adelante todo el proceso de expropiaciones en la zona aledaña a Rincón del Bonete y Pueblo Cardozo: el juez de paz Pedro Armúa consiguió acuerdos terreno por terreno sin que hubiese una sola ejecución. De joven trabajaba en el mostrador de una tienda en Paso de los Toros. Era conocido y respetado por todos en tiempos en los que el juez de paz era elegido por ser "buen vecino". Recién tiempo después se recibiría de abogado.
En 1937, en un tercer llamado a licitación pública internacional, los trabajos para construir la represa se adjudicaron a un consorcio de cinco empresas lideradas por Siemens Schuckertwerle A. G., fundada en Berlín en 1883. Tres de ellas tenían importantes antecedentes en Uruguay donde por entonces la presencia alemana era fuerte, basta repasar los diarios para constatar el número, importancia y variedad de intereses y actividades.
Como fecha tope para finalizar la obra se fijó el 30 de abril de 1942.
Seis meses después comenzó a modificarse un río formado en el Terciario Superior y Cuaternario, que estaba entre barrancas de piedra y sobre un impenetrable basalto de 160 metros de espesor, ventajas comparativas frente a cuatro lugares analizados.
Unos 20 ingenieros especialistas de distintas ramas, 200 capataces, técnicos, obreros y administrativos altamente especializados venidos de Alemania se instalaron en una población singular, surgida en un descampado en la margen derecha cuya fecha de desaparición estaba escrita: el día del fin de la obra. La convivencia no presentó problemas, tenían un club social, cantina, oficios religiosos semanales, compartían servicios públicos. La diferencia más notoria estaba en la educación, en la Escuela Rural 56 flameaba nuestra bandera, a la que concurrían los hijos de alemanes, la bandera de la cruz gamada nazi.
Los trabajos se iniciaron con la construcción de una ataguía de hierro que desvió las aguas a la orilla izquierda y aisló 30.000 metros cuadrados, mantenidos secos por bombeo las 24 horas. En esa área aislada comenzaron excavaciones, perforaciones e inyecciones del subsuelo que equivalían a miles de metros lineales, para introducir productos químicos y toneladas de cemento, cuya calidad se controlaba a diario así como el hormigonado resultante en su compresión, tracción por flexión, impermeabilidad, características granulométricas de los agregados, porcentajes de humedad, tiempo de secado, etcétera.
La certeza de la guerra llevó a tomar recaudos agregados al contrato en la presidencia de Alfredo Baldomir, que sustituyó a Terra en los álgidos años 1938-43.
Algunos materiales en viaje fueron detenidos en puertos de Italia y España, entre ellos dos primeras turbinas Kaplan, que se hallaban en Vigo. Uruguay apeló a Londres por una protección internacional de "tránsito inocente", pero ésta no fue aceptada y las turbinas terminarían en una represa de Austria. El indispensable y costosísimo cobre, el mayor conductor de calor y electricidad después de la plata, pagado íntegramente por Uruguay y que por contrato debía hallarse almacenado en Alemania, había sido secretamente desviado por los alemanes a su industria de guerra.
En la cruz de caminos el ingeniero Luis Giorgi planteó que sólo Estados Unidos —que aún no intervenía en la guerra—, podía producir los equipos y materiales electromecánicos imprescindibles. Dos veces decano de Ingeniería y presidente de Peñarol, estaba al frente de la Rione, organismo creado expresamente para comandar el emprendimiento. Hoy olvidado, sin embargo se trató de alguien a quienes sus colegas reconocían un liderazgo cercano a la admiración.
En diciembre de 1941 Giorgi estaba en Washington iniciando negociaciones para la compra de generadores y líneas transmisoras cuando todo quedó en la nada: sin declaración de guerra, Japón atacó la flota estadounidense en Pearl Harbor. En adelante Estados Unidos se dedicaría de lleno a la industria bélica.
El año 42 marcaría un quiebre definitivo. Las reacciones continentales contra "el Eje" compuesto por Alemania, Italia y Japón se multiplicaron, sobrevino una ruptura de relaciones masiva, se libraban las históricas batallas de Stalingrado, El Alamein y Birmania que detuvieran el avance de las bestias. En Uruguay se expulsó al personal alemán de Rincón del Bonete.
Fue un retiro "no vigilado", con los riesgos implícitos. Quedaba sólo la estructura de hormigón u "obra blanca" casi terminada con la perspectiva de quedar en eso, un cascarón vacío. No había absolutamente nada de los cuatro fundamentos de generación hidráulica: ninguna turbina, ni un kilómetro de los cientos necesarios para establecer las líneas transmisoras a Montevideo, ni las estaciones y subestaciones receptoras y de distribución de electricidad en la capital.
En ese momento clave, el ingeniero Giorgi tomó una medida inusitada y extrema que encarrilaría las cosas. Con su colega Juan Carlos Rezzano como jefe envió a Estados Unidos, en misión de estudio, a cinco jóvenes y sobresalientes ingenieros recién egresados: Antonio de Anda, Franco Vázquez Praderi, Luis Jauge, Víctor Campistrous y Luis Alberto Cagno.
Debían observar los planos y represas en construcción y funcionando en aquel país durante seis meses, al cabo de los cuales regresarían a Uruguay para hacerse cargo de la terminación de la obra. En suma, resolver una situación tan excepcional como difícilmente pueda repetirse en alguna parte.
"Aquello fue una aventura. No existía ningún respaldo directo y responsable de una gran empresa especializada y con antecedentes reconocidos, ni un contratista general porque, al irse el consorcio que gobernara el obrador, no estaban ni los proyectistas ni quienes habían asumido construir la represa. Adaptar la maquinaria que al final vino de Estados Unidos era, es, para muy pocos. Pongamos un sólo ejemplo: es imposible saber sin ser un excelso especialista, cómo son y cómo están instaladas las partes empotradas en toneladas de hormigón, que además debieron adaptarse a nuevos diseños y conexiones externas", reflexionó el ingeniero de Anda en su residencia de Punta Gorda.
Llegaron los suministros adquiridos a 11 represas estadounidenses, principalmente de General Electric y Westinghouse, pero nada más.
En los trabajos no intervino ninguna empresa privada y de hecho ningún profesional extranjero. "Sólo vinieron dos ingenieros por breves días, uno para supervisar el montaje de las turbinas, el otro de los generadores", recordó Vázquez Praderi.
Pero nada hubiese sido posible de no contar con anónimos, inesperados y formidables aliados. Peones rurales llegados con bombachas de campo, faja y alpargatas devenidos obreros industriales que, juntos, vencieran en la mayor prueba que ha enfrentado el Uruguay independiente.
En un ejercicio de imaginación, resulta interesante trasladar aquellas realidades a nuestros días y conjeturar cuál podría ser el final de la historia. -Franklin Morales (http://historico.elpais.com.uy/Suple/QuePasa/05/09/17/quepasa_174250.asp).

Presentación del Municipio de Paso de los Toros

Represa Hidroelectrica “Gabriel Terra”

La represa de Rincón del Bonete, es una central hidroeléctrica pensada en 1904 por el ingeniero uruguayo Víctor Sudriers, proyectada por el ingeniero alemán Dr. Ing. Adolfo Ludín en 1933 e inaugurada el 21 de diciembre de 1945 y perteneciente a la empresa estatal de energía de Uruguay, UTE. Su capacidad nominal es de 160 MVA. Se ubica en el curso del Río Negro, pocos kilómetros aguas arriba de Paso de los Toros, y su embalse es el de mayor capacidad en el país, tardando tres meses en disminuir desde su nivel máximo a su nivel mínimo operativo cuando están en funcionamiento las cuatro turbinas tipo Kaplan, cada una de las cuales es alimentada por una tubería de 7 m de diámetro.

Historia

Fue en 1904, trabajando para el Ejército gubernamental, en el tendido de un puente flotante sobre el Río Negro, que el ingeniero Sudriers conoce el Río Negro. Puente flotante que previniera el aislamiento del norte del país en manos de las fuerzas de Aparicio Saravia, en comunicación con el sur del país por los puentes ferroviarios. El puente fue tendido en la Picada de los Ladrones, kilómetro 546 aguas arriba. Terminada la guerra entre los bandos Blanco (revolucionario del Interior del país) y Colorado (en el gobierno en Montevideo), al desarmar el puente se encuentran con una creciente fulminante, alcanzando las aguas niveles muy altos. Ante estos acontecimientos el ingeniero Sudriers visualiza el aprovechamiento hidroeléctrico del Río Negro para producir energía eléctrica económica, fundamental para el desarrollo del Uruguay. A lo largo del Siglo XX se fueron construyendo las tres represas que componen el aprovechamiento; Gabriel Terra (Rincón del Bonete), Baygorria y Constitución (Palmar).
Fue denominada Represa Dr. Gabriel Terra durante el período de facto en Uruguay de 1973 a 1985 como homenaje al presidente Gabriel Terra que concretó su construcción.

Atractivos Turísticos

Faro "Rincón del Bonete"Entre los atractivos turísticos para quienes visiten Rincón del Bonete, cabe mencionar la fachada del edificio de la Central, proyectada por el arquitecto Julio Vilamajó, con la misma fisonomía que la fachada de la Facultad de Ingeniería en Montevideo. Otro punto de interés es el Faro Aéreo de Rincón del Bonete, ubicado sobre la torre y depósito de agua potable de la población, fue instalado en 1938 por nazis apostados en la Obra. Faro aéreo actualmente en servicio, el cual puede ser observado a simple vista en un radio de 50 km.
La Central puede ser visitada en su interior de 9:00 a 12:00 y de 15:00 a 17:00, la Sala de Mando antigua, la galería de fotografías de la Obra en 1938, fotografías de la inundación de 1959. El mini museo del segundo piso con antigüedades, incluyendo el reloj electromecánico patrón, que regulaba la frecuencia de 50 Hz y la hora del Uruguay antes de la interconexión en alta tensión con Argentina. En la entrada del puente se encuentra la escultura ganadora del concurso conmemorativo de los 50 años de la Creciente de 1959 en Rincón del Bonete. La escultura realizada por el artista plástico Fernando Stevenazzi de Paso de los Toros, con la colaboración del arquitecto Andrés Rubilar de Montevideo.
Desde el puente carretero del dique, pueden observase numerosas aves; patos maragullones, gaviotas, gaviotines y el mal denominado “carancho” o “cuervo negro” por los lugareños. Este último, se trata en realidad de ejemplares de Buitre Americano Coragyps atratus o Cóndor Vultur gryphus, mezclados con algunos de buitres de cabeza roja Cathartidae, los que a pesar de su similitud no guardan relación directa con los buitres europeos. En Rincón del Bonete, en el monte de eucaliptos habita una numerosa colonia de estos buitres, la que podría ser una de las mayores de América del Sur, dado que se trata de especies en vias de extinción.

Inundación de 1959

En el mes de abril de 1959 se registró una creciente sin precedentes en el Río Negro, el segundo río más caudaloso del Uruguay, producida por intensas lluvias que se sucedieron casi ininterrumpidamente desde fines del mes de marzo a fines del mes de abril, provocando el desborde e inundación de la Central Hidroeléctrica Rincón del Bonete y su población adyacente. En el norte del país las lluvias registradas en el mes de abril arrojaron un promedio superior a 600 mm, y en la zona de Tacuarembó Chico se registró el máximo absoluto de 1200 mm. La lluvia promedio anual en esa región totaliza 1100 mm, es decir que en el mes de abril de 1959 llovió más de lo que normalmente llueve en 6 meses.
Las lluvias extraordinarias registradas entre el 24 de marzo y el 23 de abril alcanzaron un promedio de 608 mm para toda la cuenca, provocando una onda de crecida en el Río Negro que excedió el doble de los caudales máximos anotados en 50 años de observaciones, y excedió ampliamente las previsiones de los proyectistas de la obra, el Ing. Víctor Sudriers (a quien no fue posible consultar por haber fallecido poco antes) y el Dr. Ing. Adolfo Ludín, ingeniero alemán que había estimado la creciente máxima a producirse, una vez cada mil años, en 9.000 m3/s. La onda de crecida que llegó al embalse tuvo un pico máximo de aportes de 17.300 m3/s. Aguas abajo, dicho pico resultó reducido casi a la mitad por el efecto regulador del embalse, y fue así que el desagüe máximo alcanzó a más de 10.000 m3/s, al llegarse al nivel +85,00 metros en el embalse.
De no haber existido la retención de la represa de Rincón del Bonete, actuando como amortiguador, las consecuencias de la creciente de abril hubieran sido más que catastróficas para la ciudad de Paso de los Toros, ubicada aguas debajo de la represa. Sin el efecto amortiguador de la represa, las aguas habrían alcanzado un nivel de +71,00 m, cinco metros más que el máximo registrado de +65,93 m (Cero Oficial = +0,61 Cero Bonete) en las inundaciones de abril. El nivel normal de las aguas en las orillas del Río Negro, al atravesar la ciudad de Paso de los Toros es de +54,50 m.
Es un hecho común, por parte del público en general, asociar los fenómenos de crecidas e inundaciones en ríos y arroyos con la existencia de represas de riego o generación de energía eléctrica cuando, en realidad, su efecto es exactamente el contrario. Este fue el caso del embalse de Rincón del Bonete donde, tras la dramática creciente que afecto a las ciudades de Paso de los Toros y Mercedes, muchos fueron los reclamos económicos, investigaciones de comisiones del Senado de la República, en búsqueda de culpables en las autoridades de la época. Se culpaba de la inundación de ambas ciudades a la existencia de la represa, a un supuesto mal manejo de las compuertas del vertedero y a la voladura con dinamita de un tramo del dique de tierra.
Muy discutido fue si una temprana apertura de las 12 compuertas del vertedero, habría amenguado los niveles de desborde de la represa. Las compuertas comenzaron a abrirse el día 10 de abril con el embalse en la cota +79,70 m, nivel por debajo del nivel normal del embalse. En situaciones de lluvias con inminencia de crecidas, el personal de operación de la Central actúa procediendo a abrir las compuertas al superar el nivel del lago a la cota +80,00 m, lo cual se cumplió en esta oportunidad. La apertura total se realizó el 14 de abril, con el embalse en la cota +81,00, nivel un metro por encima de lo normal, y 3,30 metros por debajo de la cota de desborde del dique de la represa. En caso de haberse anticipado la apertura total de las 12 compuertas, cuando el nivel del embalse estaba en +79,00 m, el nivel de crecida máximo habría llegado a la cota +84,85m, o sea solamente 15 centímetros menos que el máximo realmente alcanzado, e igualmente hubiera desbordado el coronamiento del dique e inundado la sala de máquinas de la central hidroeléctrica.
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Como lo que más se discute es que la represa es casi integralmente alemana, con mínima participación estadounidense, nos parece interesante que el lector tome contacto con la versión recogida de fuentes directas por Morales: “Llegaron los suministros adquiridos a 11 represas estadounidenses, principalmente de General Electric y Westinghouse, pero nada más. En los trabajos no intervino ninguna empresa privada y de hecho ningún profesional extranjero. “Sólo vinieron dos ingenieros por breves días, uno para supervisar el montaje de las turbinas, el otro de los generadores”, recordó Vázquez Praderi”.
Pero nada hubiese sido posible de no contar con anónimos, inesperados y formidables aliados. Peones rurales llegados con bombachas de campo, faja y alpargatas devenidos obreros industriales que, juntos, vencieran en la mayor prueba que ha enfrentado el Uruguay independiente. En un ejercicio de imaginación, resulta interesante trasladar aquellas realidades a nuestros días y conjeturar cuál podría ser el final de la historia” (Fin de la cita). De manera que se podrán tener todas las admiraciones que se quieran a países extranjeros, pero no debería desconocerse ni la capacidad técnica local ni la habilidad del paisanaje.
Las terribles inundaciones de 1959
En fin, que quede claro que salvo estas excepciones, Uruguay estuvo del lado de los republicanos españoles y de los Aliados en la Segunda Guerra Mundial y que muchos se anotaron para ir a pelear por las libertades. También habría que hacer notar que en la lucha contra el nazismo, cuando este estaba casi derrotado, hubo uruguayos que cometieron injusticias y persecuciones contra cualquier cosa que pudiera parecer nazi o tuviera apellido alemán.
Además y esto me parece lo más trascendente sobre este punto que ya termina porque me produce escozor: ¿quién dijo que los técnicos alemanes eran nazis? Pudieron serlo algunos o muchos y eso tampoco los descalifica en tiempos en que el patriotismo y las ideologías no podían separarse en ningún bando.
Así que volvemos a nuestra represa que forma parte del paquete con el faro. Nos recuerdan en la Wikipedia, que la obra fue concebida en 1904 por el ingeniero uruguayo Víctor Sudriers, proyectada por el ingeniero alemán Dr. Ing. Adolfo Ludín en 1933 e inaugurada el 21 de diciembre de 1945 y perteneciente a la empresa estatal de energía de UruguayUTE. Su embalse fue el de mayor capacidad en el país con una superficie de 100 mil kilómetros, tardando tres meses en disminuir desde su nivel máximo a su nivel mínimo operativo cuando están en funcionamiento las cuatro turbinas tipo Kaplan, cada una de las cuales es alimentada por una tubería de 7 m de diámetro.
La obra había sido adjudicada a un consorcio de empresas alemanas y el pago se hacía con mercaderías exportadas a aquél país. Con tal motivo llegó a Uruguay un contingente de unos 40 técnicos acompañados de sus respectivas familias. Para acomodarlos, se construyeron preciosos chalecitos en lo que hoy es la parte norte de la actual población de Rincón del Bonete. De ninguna manera iban a rejuntar uruguayos con arios, así que para los técnicos y trabajadores uruguayos se construyó un complejo de viviendas y barracas, pero en la parte Sur. Corría el año de 1937 y todo se hacía a gran velocidad, tal como ocurrió con el Estadio Centenario.
También se construyó una escuela, sobre la cual ondeaba la bandera nazi, para que asistieran los niños alemanes por la mañana; por la tarde podían ir los escolares uruguayos. El 25 de enero de 1942 Uruguay rompió relaciones con Alemania, Japón e Italia cuando todavía nadie podía apostar por los resultados de la conflagración. La escuela dejó de funcionar y hasta hubo quienes propusieron demolerla. Los alemanes y sus familias fueron repatriados, las obras de la represa cesaron y solo quedó un alemán para contar el cuento. Era Walter Franz, naturalmente discrepante con el rumbo que había tomado su país, querido por los vecinos y capitán del remolcador Don Pancho, que prestó invalorables servicios durante la continuación de la obra. Tuvo servicios destacados hasta la heroicidad, durante las inundaciones de 1959, cuando los vecinos de Paso de los Toros pasaron momentos de desesperación.
Si el faro estuvo en actividad en ese tiempo, está claro que Walter y otros capitanes como él, lo hayan utilizado para orientarse, aunque rara vez era necesaria la navegación nocturna en el embalse.
En 1959, con el tanque de agua y la usina potabilizadora
La torre del faro, de 25 metros de altura, es al mismo tiempo un tanque elevado de agua de 100.000 litros, que abastece de agua a la población de Rincón del Bonete. Funciona junto con una  planta potabilizadora de agua desde su puesta en servicio el 16 de agosto de 1937. El acceso al fanal es mediante una escalera caracol. Agrega la Wikipedia que el faro fue restaurado y puesto en servicio en 1994, funcionando actualmente todas las noches, con una lámpara de sodio de alta presión de 400 W y 220 VCA.
Al día de hoy se desconoce la finalidad o propósitos con que fue instalado el fanal en 1940. Tampoco se han encontrado pruebas o testimonios de actividades del nazismo en Rincón del Bonete entre 1937 y 1942, exceptuando el propio faro de destino desconocido y la mencionada escuela.
Guillermo Pérez Rossel

martes, 15 de abril de 2014

Ramón Ortiz: en bicicleta se vive mejor

Ramon Ortiz: simplemente gracias, por recibirme en su academia y hacer publico mi amor por el pueblo mi familia y por el deporte isabelino en general.
Con el ingeniero Jorge Velazco Barranque en La Academia, Paso de los Toros
 
FelicitacionesRamon Ortiz, buen ejemplo para esos ninis que no saben qué hacer, ni quieren saber, triste paisaje social.

Da gusto contar contigo Ramon Ortiz, gente noble, apreciativa, que da ejemplo de cómo encauzar la vida y los escasos recursos que un isabelino promedio tiene a su alcance. Muy bienvenidos, es la casa de quienes se esfuerzan por el desarrollo permanente, las puertas están abiertas, los corazones también, por una mejor calidad de vida para todos, por la oportunidad a quienes la busquen.
Con la directora de La Academia, Prof. Slekis
Todos las actividades pueden ser caminos para la superación personal, el deporte bien entendido es una clave.

domingo, 13 de abril de 2014

Duelo entre una ciudad y una represa

¿Salvar una central hidroeléctrica o una ciudad? En el otoño de 1959 esta opción de hierro se decantó a favor de la central hidroeléctrica. Al final ambos, la represa de Rincón del Bonete y la ciudad de Paso de los Toros, sufrieron daños enormes.

Esta ciudad ha sabido ganarse reconocimiento mundial, siempre por esfuerzos, con algunas ayudas externas, pero resurgiendo de sus cenizas como el ave Fénix.
Compilacion de fotos históricas en las que se destaca el período de inundaciones de 1959.
La represa y la sala de generadores (izquierda). El puente (primer plano) se derrumbó.

Las inundaciones de 1959 fueron las más devastadoras de la historia uruguaya; provocaron acontecimientos dramáticos y grandes perjuicios, en parte por errores de cálculo en el manejo de la represa de Rincón del Bonete.
Llovió casi sin cesar entre el 24 de marzo y el 23 de abril. Es fama que un relator de la Vuelta Ciclista dijo al principio de las cosas: "Se inició una lluviecita pasajera". Aún hoy en Paso de los Toros, cuando comienza a llover, se repite como broma: "Se inició una lluviecita pasajera, dijo uno, y llovió 40 días".
Las poblaciones situadas sobre los grandes ríos, como el Uruguay, el Negro o el Yi, padecieron fuertes inundaciones. Muchas localidades quedaron aisladas. El lago artificial de Rincón del Bonete se hinchó como nunca antes. Durante muchos días las autoridades de UTE resolvieron no abrir las compuertas de la presa y retener el enorme caudal de agua para no afectar las obras de la represa de Rincón de Baygorria, que desde 1956 se construía a 88 kilómetros aguas abajo.

Miedos


Cuando las compuertas fueron abiertas ya era tarde: llovía más allá de cualquier cálculo y la cota del embalse continuó aumentando. Si las aguas del gran lago sobrepasaban la represa, se arruinaría la sala de máquinas con sus cuatro enormes generadores eléctricos. Y había pánico. ¿Qué sucedería si el dique de 1.170 metros de largo y hasta 50 de alto cedía ante la presión del agua? La fuga del lago de 1.200 km2, más del doble de la superficie del departamento de Montevideo, arrasaría con Paso de los Toros, ubicada pocos kilómetros río abajo, y luego con Mercedes.
El ingeniero alemán Adolf Ludin, entonces de 79 años, quién había diseñado la represa, afirmó que no cedería. "Bonete es una roca", aseguró, y preguntó a un periodista, mientras gesticulaba: "¿Usted poder romper cabeza con el dedo?".
 
Los alemanes saben de represas, incluso de cómo se destruyen y de las consecuencias. En mayo de 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, aviones de la Royal Air Force, utilizando bombas especiales, derrumbaron los diques de Möhne y Eder, en la cuenca del río Ruhr, en el oeste de Alemania. Murieron 1.700 personas y se destruyeron un centenar de fábricas de armas y varias poblaciones.
De todos modos, para aliviar la presión sobre el muro del Rincón del Bonete y evitar que las aguas lo sobrepasaran, se resolvió destruir parte de un terraplén de contención lateral, en la margen derecha del río, a poca distancia de la represa. En el diseño inicial se había previsto instalar compuertas de desagüe en ese sector. Pero luego, para bajar los costos, se terminó haciendo un simple parapeto ciego de rocas y balasto, sobre el que se construyó una carretera.
Derribar el terraplén lateral desviaría parte de las aguas por el costado de la represa y disminuiría el nivel del lago. Tal vez se salvara la sala de máquinas con sus cuatro grandes generadores eléctricos, pero a cambio se inundaría buena parte de la ciudad de Paso de los Toros.

Evacuación


En la noche del 17 de abril soldados del Ejército recorrieron Paso de los Toros e informaron a sus moradores que debían abandonarla al día siguiente. Se vaciaron tiendas, farmacias, bancos, iglesias y depósitos. Entre las nueve de la mañana y las cuatro de la tarde del sábado 18 la ciudad de 10.000 habitantes quedó desierta. Miles de personas huyeron por sus propios medios en tanto los restantes fueron evacuados por ferrocarril.
Millares de personas con equipaje básico fueron alojadas durante varios días en vagones detenidos en estación Chamberlain, un caserío 15 kilómetros al norte de Paso de los Toros; en campamentos al costado de la ruta 5 o en estancias de la zona; y casi 5.000 se trasladaron a Montevideo.
El líder de la operación fue el general Enrique Magnani, jefe del Estado Mayor del Ejército, secundado en el terreno por los entonces coroneles Líber Seregni y Andrés Gómez.

Señoritas


"En Chamberlain hubo que decretar un toque de queda porque comenzaron a abundar las denuncias de las señoritas por acoso sexual", contó Seregni en una entrevista publicada en 2000 en el suplemento Fin de Semana de El Observador. "Se hacían ollas comunes y se imprimieron bonos de alimentación. Se inventó un sistema médico y hasta se instaló una pantalla de cine para que la gente no se aburriera".
Al día siguiente, domingo 19 de abril, especialistas civiles y militares hicieron volar con 456 kilos de dinamita el terraplén lateral de la represa.
Una enorme masa de agua pasó por el boquete, horadó los campos y se metió de nuevo en el río Negro algunos kilómetros más abajo. E inundó buena parte de Paso de los Toros, una ciudad ya vacía y silenciosa; y tres días después anegó parte de Mercedes.
Sin embargo las aguas del lago siguieron creciendo. Su enorme cuenca, incapaz de absorber nada, escurría. Y seguía lloviendo.
El lunes 20 las aguas sobrepasaron el gran dique de Rincón del Bonete, inundaron la sala de generadores y dañaron transformadores y otras instalaciones. La gran sala, de 109 metros por 36, ubicado a un costado y por debajo del dique, había sido diseñada por el arquitecto Julio Vilamajó. Su fachada recuerda claramente la de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República, en Montevideo, una obra posterior del mismo arquitecto.
Durante una semana el lago desbordó por sobre el dique y por el agujero en el terraplén hasta que, ya sin lluvias, la masa de agua se redujo.

Regreso



A partir del 1º de mayo los habitantes de Paso de los Toros comenzaron a regresar a sus hogares de manera gradual, según la bajante. Entonces hallaron paredes descascaradas, muebles descolados y arruinados, barro por todos lados y animales muertos.
El 4 de mayo el líder de la revolución cubana, Fidel Castro, entonces un joven de 32 años que había tomado el poder el 1° de enero anterior y visitaba Uruguay, estuvo en Chamberlain, donde aún permanecían muchos evacuados viviendo en vagones estacionados en vías muertas o a campo abierto. Luego sobrevoló en helicóptero el lago del Bonete y recorrió el dique de la central guiado por el general Magnani.
Los barrios de Montevideo comenzaron a sufrir apagones programados y rotativos. La central de Rincón del Bonete, reparada y con muros más altos, según lo indicaba el diseño original, comenzó a suministrar energía eléctrica en forma gradual un año después.


El robo de la piedra fundamental



La central hidroeléctrica de Rincón del Bonete, llamada luego Gabriel Terra, una enorme estructura en el río Negro, fue diseñada entre 1930 y 1933 por el ingeniero alemán Adolf Ludin, y construida luego por un consorcio liderado por la germana Siemens.
La piedra fundamental fue colocada en el centro de la cercana ciudad de Paso de los Toros el 18 de mayo de 1937. Se leyó un telegrama de felicitaciones del canciller alemán, Adolf Hitler, y se escuchó un discurso grabado del presidente Gabriel Terra, quien había dado un golpe de Estado en marzo de 1933 y no concurrió (se presume que por temor a un atentado como el que sufrió en 1935 en el Hipódromo de Maroñas). Esa noche la piedra fundamental, que tenía una efigie de Terra, fue robada y jamás apareció. Se supone que fue arrojada al río por opositores políticos.
Técnicos alemanes dirigieron la construcción de la gran estructura de hierro y hormigón en un paraje desértico entre 1937 y 1942, cuando fueron expulsados del país durante Segunda Guerra Mundial.
Las turbinas generadoras alemanas tipo Kaplan nunca llegaron, detenidas por el bloqueo marítimo de Gran Bretaña contra Alemania. Permanecieron en un puerto español y más tarde se instalaron en una represa de Austria. Los sistemas eléctricos fueron suministrados por las firmas estadounidenses General Electric y Westinghouse e instalados por técnicos uruguayos. La primera de las cuatro unidades generadoras se puso en marcha el 21 de diciembre de 1945 y la cuarta el 24 de diciembre de 1948.
Rincón del Bonete cambió la matriz energética nacional, que dependió menos del carbón o del petróleo quemado por las centrales térmicas. También administra las aguas que utilizarían otras dos represas que se instalaron aguas abajo: la de Rincón de Baygorria (inaugurada en 1960) y Constitución o Palmar (puesta en marcha en 1980-1982).
Entre 1994 y 1997 los equipos generadores de electricidad de Rincón del Bonete fueron totalmente renovados por un consorcio encabezado por la firma anglo francesa Gec Alsthom-Neyrpic.

Miguel Arregui13 abr 2014